Ana Cueto Psicóloga
Duelos complicados
Aprender a vivir sin la persona querida
El duelo es un proceso natural por el que pasa el ser humano ante la pérdida de un ser querido, mascota, trabajo, amistad…
Normalmente, la persona doliente (que sufre un duelo) acabará por superarlo sola y con el tiempo adecuado.
Pero otra veces, por diversos factores, se complica hasta el punto de interferir en nuestra vida durante años y años.
A estos últimos los llamamos duelos complicados.
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Ante un duelo, nuestra vida se paraliza, y nuestro estado de ánimo baja, para poder adaptarnos a la nueva situación.
Existen varios pasos que trabajar para poder superar un duelo, y muchas veces no podemos pasarlos solos o solas.
El objetivo de la terapia sería conseguir que la persona doliente pueda tener una vida placentera, recordando a la persona, o mascota, fallecida, pero no sufriendo con su recuerdo.
Recuerdo el caso de Miguel (nombre inventado).
Su perro había fallecido después de 11 años a su lado, y cuando hablaba con sus amigos o algún familiar sobre su dolor, solía recibir la frase de: “Si solo era un perro”.
Para Miguel, Roco, que así se llamaba su perro, había sido más que un perro, había sido un amigo que le había ayudado a superar la ruptura de su última pareja y lo animaba a salir a pasear cuando se encontraba decaído.
A Miguel se le complicó su duelo, ya que se comenzó a aislar de todo su círculo cercano, y se sentía abandonado y solo.
Además, era una persona que nunca había pensado en la importancia de la Gestión de emociones, las cuales se estaban apoderando de él y de la situación y necesitaba ayuda con ellas.
Con todo lo que trabajamos en terapia, Miguel pudo avanzar y se animó a adoptar a un abuelito de la una asociación cercana a la que darle amor, después de poder superar la pérdida de Roco.
Aprendió a vivir sin Roco, recordándolo mientras sonreía, y no llorando.
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